Esta nueva tecnología es la primera que permite reciclar al mismo tiempo parachoques usados de distintos fabricantes. Además, incorpora un proceso automático de eliminación de los componentes metálicos que mejora sustancialmente la
eficacia de reciclaje.
Mazda se convirtió en marca pionera del reciclado cuando
empezó a procesar las defensas usados de los vehículos que, al final de su vida útil, recogía su red de concesionarios de Japón. La nueva tecnología permite reciclar parachoques de cualquier tipo y marca, lo cual elimina la necesidad de disponer de sistemas de recogida independientes de cada fabricante.
Igualmente, combina todos los pasos del reciclaje, desde la trituración de los parachoques usados hasta la producción de materias primas recicladas, en un único proceso automatizado. Estas innovaciones suponen un avance importante para la industria.
Hasta ahora los materiales no deseados, por ejemplo los elementos metálicos, debían desmontarse a mano antes de proceder a la inspección visual de los paragolpes. Estos dos procesos, muy intensivos en cuanto a mano de obra, eran además un obstáculo para incrementar la eficacia. Mazda solventó esta dificultad desarrollando tecnologías de automatización de los procesos, en colaboración con Satake Corporation, una empresa de Hiroshima (Japón).
Una vez que las piezas se trituran, una máquina similar a las que se emplean para separar contaminantes del cereal en grano retira los trozos metálicos; para ello, agita los gránulos y hace circular una corriente de aire a presión a través de ellos. De este modo aumenta la eficiencia de forma notable.